Texto presentado por el colectivo Información y Libertad (F. Ciencias de la Información U.C.M.) para el proceso de refundación de Lucha Autónoma
documentos de la refundación

PROPUESTA DE ORGANIZACIÓN DE INFORMACIÓN YLIBERTAD

    En este texto vamos a exponer la idea de organización que 'la venido formándose en nuestro colectivo desde que empezamos a debatir sobre el proyecto de refundación de Lucha Autónoma.

    Lo primero es plantear por qué vemos la necesidad de unirnos a otros colectivos.
Muchos grupos con planteamientos comunes sobre formas de organización frente al sistema, con muchas ganas e ideas sobre la lucha contra la opresión, el capital, el Estado.. y englobados dentro de una serie de antis compartidos, actuamos de forma aislada y dispersa. La unión es el modo de que toda esa fuerza converja, creando una verdadera alternativa al sistema, creando un contrapoder real que incida de manera profunda en la realidad.
Los pequeños pinchazos con los que vamos agujereando la gran bola que es el sistema establecido seguirían actuando, e incomodando a los que tienen que ponerles parches para que nada se les escape ni nada ajeno penetre. Los colectivos mantendrían su autonomía y continuarían con su acción. De forma paralela, la unificación de la lucha supondría la capacidad para originar un gran boquete en esa bola, tan grande que provoque la imposibilidad de encontrar un cierre tan potente como para mantenerla inflada; así, todo lo contenido en ella escaparía por los agujerillos y el agujerazo para llegar a un nuevo espacio virtual.

    Antes de hacer cualquier intento de definición de ese futuro espacio, aún en potencia, vamos a pasar al punto que ahora nos concierne: ¿cómo construir esa unión?

En nuestra idea de organización distinguimos dos formas coexistentes: las coordinadoras sectoriales y la estructura común.

    1) Dado que existen distintas zonas o temáticas de actuación de los diversos colectivos, la primera unión vendría dada por afinidades especificas compartidas (universidad, lucha de barrio, ecología, contrainformación...). Los grupos afines se reunirían de forma periódica, estableciendo un contacto intenso que serviría para debatir sobre los objetivos y líneas de actuación y realizar prácticas conjuntas. Las decisiones que se adoptaran en las asambleas serian vinculantes para todos ellos.
    Entre estas uniones, que hemos llamado coordinadoras sectoriales, se establecería una red en la que se daría un flujo continuo de información, con lo que tod@s estaríamos al corriente de lo que hace el resto de los grupos (sus actividades, sus preocupaciones, sus conclusiones...). Los conocimientos circularían por todos los colectivos, lo que haría que tuviéramos una visión global de todos los campos y evitaríamos la parcelación de la lucha A esta información podríamos tener acceso a través de varios posibles espacios. Uno de ellos podría ser una especie de periódico en el que aparecieran "breves" sobre cada colectivo; a partir de esto, l@s interesad@s en ampliar su información podrían dirigirse a un centro de documentación donde existirían carpetas informativas de cada grupo. El trabajo en este periódico sería rotativo, para que tod@s pudiéramos participar en esta actividad.

    2) La segunda unión es la conjunta, la grande y esencial. La necesidad de juntarnos no se limita al simple trasvase de información, que es por complemento indispensable, pero en absoluto único. Lo que buscamos es la creación conjunta, y para ello es imprescindible la confluencia de todos los colectivos en asambleas periódicas (tal vez mensuales). En estas reuniones ya no sería necesario que cada coordinadora informara al resto de su evolución interna, pues esa es la función de la red de información, con lo que evitaríamos la falta de dinamismo y el agotamiento que estas reuniones-puestas al día siempre han supuesto.
    En las asambleas se plantearían acciones para llevar a cabo en común, lo que necesariamente conlleva el debate. Para que en las propuestas de lucha no participemos sólo de forma gratuita y numérica, sino real y eficazmente, debemos partir de la reflexión conjunta, y
así impedir la realización de acciones vacías o de contenidos presupuestos (que no están tan claros en la mente de tod@s como en la de un@s poc@s).
    El debate es esencial en esta unión. A través de él podemos crear un discurso común y cubrir los tantos déficits de la teoría del movimiento autónomo. El intercambio de opiniones no tiene que girar tan sólo alrededor de las propuestas de acción antes comentadas, sino que puede abarcar muchas más cuestiones; todas esas que sentimos que nos afectan, incluso las más polémicas. El objetivo no es 'nl intento de homogeneización, ni de establecer dogmas o premisas invariables, sino que la exposición y discusión de las distintas posturas en los debates servirían para conocernos y enriquecernos mutuamente, a la vez que enriquecer y clarificar nuestra lucha.
    Es posible que cada colectivo debata y desarrolle grandes discursos, o puede que cada individuo sepa mucho porque ha leído un montón y se ha formado enormemente, pero ¿de qué sirve este aislamiento de los conocimientos?. Lo único a lo que puede conducir la sabiduría desmembrada, fuera de la lucha común, es al surgimiento de vanguardias y de lideres. Sin debate no hay asamblea, ya que no podemos conocer quiénes nos rodean ni dónde estamos metid@s.
    En la búsqueda del fortalecimiento conjunto y la unión efectiva, la estructura que desarrollemos debe ser una estructura formal, con una periodicidad concreta y que sirva como doble referente: por un lado para nosotr@s, que sentiríamos este proyecto como algo efectivo, y que nos motivaría para continuar; y por otro, hacia la sociedad, que vería la lucha autónoma como algo concreto.

    3) Para concluir con la exposición de la forma de organización nos queda mencionar la incorporación de comisiones o grupos de trabajo. Estos surgen necesariamente al desarrollar acciones. Sin embargo, estas comisiones no están al margen de la asamblea en la que tod@s nos juntamos, sus miembros no se escindirían del espacio de debate.
    Es muy importante que tod@s compartamos ese espacio. No sirve una lucha vacía de contenido.
    El espacio de debate es el que aúna o del que parten todos los demás. En él confluyen todas nuestras propuestas y discusiones, ya sea en torno al modelo de organización más inmediato o en torno a planteamientos teóricos abstractos.

Como nota final, lo que deberíamos tener en cuenta es que la organización que finalmente definamos no tiene que ser algo inmutable, sino que se nutra de nuestra propia evolución. El inmovilismo no lleva más que a la frustración y al hastío, y sólo es combatible si estamos abiert@s a la discusión, al cruce de opiniones y de críticas, sin miedo al cambio y a la reestructuración. Ávid@s de nuevas ideas con las que alimentar nuestra mente, y no la pereza o el miedo a replantearse cosas demasiado admitidas, asumidas y apropiadas. ¡No a los escudos y defensas de nuestras neuronas perezosas!. Dejémoslas que jueguen, experimenten, caigan y se levanten de nuevo, con una fuerza renovada. Sin metas, porque la meta supone un fin, un cumplimiento de un deber. Y la lucha nunca concluye, ni en nuestro interior ni en el exterior.

Información y Libertad 

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